La alerta entró en vigor el miércoles a las ocho de la tarde ya que el nivel de contaminación llegó a su máximo según afirmó el alcalde José Manuel Ibánez. El mismo jueves después las autoridades ordenaron paralizar las factorías ya que el nivel de combustión del carbón para generar electricidad era exagerado según dijo el dirigente de la empresa. Con la alerta en actividad, los coches privados pueden circular en días en alternos según si su última cifra de la matrícula es par o impar según comunicó el regidor del ayuntamiento. Las escuelas permanecerán cerradas jueves y viernes para evitar posibles enfermedades por intoxicación.
El mensaje a los ciudadanos de Sant Cugat, Rubí, Cerdanyola, Montcada i Reixac y Ripollet es que reduzcan al máximo posible su actividad en el exterior y si salen a la calle que sea con mascarilas. El espanto de los ciudadanos de Sant Cugat ya que nunca habían estado en ésta situación, han respondido muy bien a las órdenes del regidor según dijo el alcalde. Algunos espavilados que quisieron saltarse las normas y conducir con un coche de matrícula con terminación par (este jueves solamente tenían permiso los impares) eran parados por la policía y multados con una multa de dos-cientos euros.
Aunque desde que empezó el invierno los cielos azules han carecido en la ciudad catalana, se trata de su primera vez en su historia que están en alerta roja gracias a las factorías y al poco uso de transporte público.
Además de Sant Cugat hay séis poblaciones que están en alerta por alta contaminación cómo Cerdanyola, Rubí o Ripollet pero el nivel más alto de contaminación es el de Sant Cugat según afirmó el presidente de Cataluña.
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